viernes, 5 de noviembre de 2010

Amor que duele


Esta mañana tocaron lagrimas de nuevo, y de las amargas, de esas que duelen por dentro y por fuera.
 Estaba en la cocina haciendo la comida y viene Pol y me pregunta donde esta su padre, le digo que ha ido al medico por que le han salido unas ampollas en la boca, que aparte de ser molestas le duelen un montón.
Y hemos empezado hablando del por que de la actitud de su padre.Y a pesar de su juventud y aparente inmadurez, me ha dado una lección.
Por que se que Pol no sabe de la existencia de este blog, por que si no juraría que leyó mi entrada de ayer.
Me ha hablado de su duelo personal, de lo que siente, una mezcla de rencor profundo y amor sentido.De que daría lo que fuera por que esto se hubiera terminado ya, que hay días que no soporta ver como su padre se deja morir, que le despierta una profunda tristeza y que al mismo tiempo entiende su actitud.
Lagrimas, más lagrimas, sartenes en marcha, agua a borbotones y los dos dando rienda suelta a emociones mal contenidas, pero compartidas.
Y le digo que me siento mal, por estar bien......
Y me mira, y llora y me dice que no tengo que reprocharme nada, que me merezco estar bien, venga de donde venga esta sensación.
Intento abrazarlo, me rechaza.
Al momento, me esta arropando con uno de sus abrazos de oso amoroso.
Me duele el alma.

3 comentarios:

Ariadna dijo...

Per una banda el fill que enten i compren la mare. Per altra el patiment de tots dos. Mai és res del tot blanc o del tot negre.

Acabo de lligar caps.

Ànims! No estas sola, ho saps.

Ana A. dijo...

Joder niña .... que intenso.

Creo que vivir ese momento de intimidad, confesiones y lágrimas con Pol, a pesar de la dureza de la situación, es todo un privilegio, tienes que estar muy orgullosa, mi niña, de haber "hecho" una personita como él.

TQ.

Wen Rizo dijo...

Que la fuerza te acompañe...

:)